Hablando de “Corporalidades disidentes”
Escrito el 12 de agosto del 2020, por Al Borde Producciones.
En la tercera versión de la serie de conversatorios “conectades a nuestras historias” continuamos explorando las cercanías y afectos en el territorio de la virtualidad, nos encontramos personas de Costa Rica, Honduras, Perú, Argentina y Colombia para hablar sobre “corporalidades disidentes”, enfocándonos en las cuerpas que desbordan las hegemonías de la talla. Nos acompañaron las potentes voces de: Yela Quim, rapera y artivista gorda lesbofeminista, Orlando Sosa Lozada, afroperuano, activista, investigador y educador comunitario en etnicidad, género y Derechos Humanos, y Franky. Sfeir, director del corto documental “A la cama con Francisco”, activista transmasculino, vegano, profesor de yoga, tatuador y cocinero saludable.
A elles y a todas las personas que nos acompañaron en este diálogo Al Borde les agradecemos la inmensa generosidad y confianza para compartir sus experiencias y memorias corporales muchas veces dolorosas, pero también de sanación y rebeldía. Seguimos apostando al cuidado colectivo y a tejer amor entre disidentes del sexo y el género en tiempos de COVID-19, justo como lo hemos venido haciendo desde hace años.
“Un mundo que no está diseñado para mi“
En nuestro encuentro se compartieron muchas y diversas experiencias sobre lo doloroso que es habitar un mundo donde impera la delgadez como sinónimo y referente de belleza, de salud e incluso de éxito y felicidad, en el que personas gordas y de todas las tallas crecemos interiorizando y ejerciendo la gordofobia, entre otra serie de opresiones que se amalgaman intensificando las discriminaciones sobre nosotres mismes y les demás.
Susana relató como para una reunión de trabajo tuvo que estar sentada más de 2 horas en una silla con brazos, la cual le dejó hematomas y dolores fuertes en las piernas, sintiéndose en ese momento incapaz de pedir otra silla adecuada para su cuerpo. Esta experiencia le provocó muchas reflexiones acerca de cómo en la cotidianidad las cuerpas gordas se silencian cada vez que, como sociedad omitimos un aspecto obvio pero invisibilizado: “el mundo no está diseñado para todos los cuerpos”.
Por su parte Briana, nos contó las afectaciones de salud originadas en las presiones para adelgazar, que ha vivido como mujer trans gorda y trabajadora sexual, y cómo en este momento busca reconciliarse con su cuerpo. Otra experiencia corporal compartida fue la de Juana, las dietas impuestas por personas adultas empezaron cuando ella todavía no tenía conciencia de lo que pasaba, por ejemplo, siendo muy pequeña a la hora de comer la separaban de sus hermanos menores para que estos pudieran tomar la sopa.
También escuchamos historias relacionadas con la crueldad de los comentarios gordofóbicos, las “bromas” y sobrenombres ridiculizantes puestos por amigas, amigos, parejas, familiares y personas desconocidas, ya que todas y todes creen tener el derecho de opinar, juzgar, criticar y subestimar a las corporalidades gordas, impactando su salud mental, emocional y física. En estas relaciones dañinas y gordofóbicas, el rol de las personas gordas no es el de ceder, aguantar o pedir aceptación: si tienes “amigxs” o pareja gordofóbica que no es empática y no está dispuesta a reflexionar y cambiar entonces aléjate de allí!
A partir de estas y otras experiencias compartidas durante la conversación, comprendimos mejor que la violencia gordofóbica está muy naturalizada y legitimada, por lo que para sanar son necesarios procesos colectivos donde entre todas y todxs creemos espacios y relaciones seguras, cuidadosas, amorosas y libres de gordofobia.
Resistencias y Re Existencias
El corto documental “A la cama con Francisco” retrata a un pibe marica, gordo, trans y amante del BDSM, este fue el detonante para reflexionar sobre lo revolucionario que es el deseo ejercido desde y hacia, las corporalidades que disputan los imaginarios de la belleza y los placeres impuestos. Franky nos habló de lo coyuntural que ha sido para sí mismo amar su propia cuerpa y otras que no están al servicio del capitalismo y el patriarcado. Esta perspectiva del amor hacia los cuerpos contrahegemónicos se distancia de la narrativa del Body Positive, que pone toda la responsabilidad en la auto-aceptación de quien ha sufrido las agresiones gordófobicas, dejando de lado que hay toda una estructura de opresión sobre nuestros cuerpos.
Orlando recalcó que cuando habitamos cotidianamente espacios y realidades racistas, gordofóbicas, misóginas, transfóbicas, capacitistas, donde además está prohibido envejecer, es vital no solo pensarnos las experiencias relacionadas al deseo, sino también al afecto y al cuidado mutuo. Nos explicó cómo el sistema de consumo ha dado “cabida” en el deseo a las cuerpas gordas solo como fetiche, instalando una forma de relacionamiento donde las personas gordas no merecen respeto, cariño, ni cuidado. Es necesario cuestionarnos ¿Cuáles de nuestros deseos han surgido de exploraciones personales, cuáles nos fueron inculcados e impuestos desde siempre?, y en ese registro de lo deseable ¿Qué cuerpas aparecen cómo merecedoras de deseo, amor y cuidado, y cuáles quedan por fuera?. Volviendo al tema del “amáte a ti mismx”, la responsabilidad de las violencias no puede recaer en quien las vive, sino en quien las ejerce, esto sin desconocer lo vital de empezar y continuar procesos de sanación propios.
Por su parte, Yela compartió cómo ha sido su proceso para sanar memorias y re-habitar su cuerpo, destacando la decisión política de hacerse lesbiana, fugándose así de la heterosexualidad obligatoria. Es consciente de que el “mundo lésbico” no está libre de prácticas gordofóbicas, por eso su apuesta es la de construir arte y cuidado colectivo entre mujeres, acompañada de amigas, ya que sobrevivir a la violencia no es un acto individual, que hace una sola en un mundo aparte, para gestionar espacios seguros para una, es necesario crearlos junto con otras personas. Su canción “Soy la Gorda”, dentro del álbum “Resistimos a la Guerra” es una maravillosa muestra del activismo gordo de Yela Quim:
Alianzas antiespecistas y Otras narrativas gordas
Esta serie de diálogos está cruzada por el deseo de estimular otras narrativas con voz y cuerpo propio, en este caso pensamos juntes acerca de lo valioso que es hacer arte y producir conocimiento gordo en sociedades donde heterosexualidad, cisgeneridad y delgadez están sobre representadas. Les invitades ampliaron nuestra reflexión planteando la diversidad de activismos gordxs cruzados por diferentes identidades y vivencias, la experiencia gorda no será la misma si eres un hombre marica, cis y afro, que si eres una mujer trans trabajadora sexual, es vital en la construcción de justicia que cada experiencia tenga su propia voz, así como es crucial la interseccionalidad.
En este sentido, es relevante como nuestres invitades y muchas de las participantes han unido su activismo gordo a la lucha antiespecista, propiciando alianzas entre quienes vivimos opresiones, además de caminar la autonomía alimentaria. Franky quien es chef y se considera disidente alimentario, cuenta que el veganismo le ha reconectado con su propia ternura y con el placer de nuevos y deliciosos sabores libres de crueldad animal.
Entre las narrativas más dañinas que se han propagado acerca de las personas gordas está aquella que muestra a las corporalidades gordas como inacabadas o en proceso, siempre en busca de un cuerpo delgado, Orlando recalca que “a lxs gordxs no nos habita una persona delgada esperando salir”. Otra narrativa es la patologización de la gordura acompañada del estigma a la enfermedad: “las personas gordas constantemente son perseguidas y se les exige demostrar un buen estado de salud para no ser discriminadas, lo cual es profundamente capacitista, ya que es un trato diferenciado en comparación a las personas delgadas y sobre todo ver a la enfermedad como una posibilidad de existir sin ser víctima de violencia ni discriminación””.
Como artivista, rapera gorda y lesbofeminista, Yela está en la tarea permanente de encontrar, co-crear y compartir nuevas narrativas, imágenes y líricas para dar visibilidad a la belleza, la rebeldía, la sensualidad, la sanación de las existencias y memorias gordas: “Hoy visito a la niña que fui y le digo ¡mira, hay justicia en la vida, hay justicia para tu vida, hay arte en el futuro, hay rap y hay muchas cosas felices!”. Al cierre del diálogo, nos invitó a “dejar de jugar a ser invisibles”, ya que las personas gordas existimos y re existimos, siendo sumamente importante amarnos entre nosotras.