Hablando de “Familias diversas y mapaternidades”

Explorando las cercanías y afectos en el territorio de la virtualidad, nos aventuramos a realizar un conversatorio inspirado en el primer especial de Cine Al borde “Familias Diversas y Mapaternidades”. Para este contamos con la participación de Jimena Norambuena Huenulao y Stef Jacob dos activistas que a su vez han participado de la Escuela Audiovisual Al borde contando sus historias autobiográficas. 

La fecha pactada fue el viernes 15 de mayo, y la invitación fue extendida a toda persona que resonara con la diversidad familiar. Teniendo en cuenta que nuestro objetivo era generar un diálogo especial, en un entorno de confianza y amor donde la escucha y el compartir eran vitales, decidimos optar por un espacio intimo y con cupo limitado, una forma alternativa a los populares “en vivos” de estos tiempos, en donde hay muchos ojos pero poca interacción. A este encuentro llegamos 18 personas de diferentes partes de Latinoamérica como Guatemala, Nicaragua, Chile, Argentina, Bolivia y Colombia.

A partir de las historias relatadas en los bellos cortos “Transformaciones del Alma” 2013 y “El Beso” 2014, reflexionamos sobre cómo nos afecta la ausencia de representación de familias diversas en el cine y la televisión, y la relevancia que tiene crear y difundir historias que narran nuestras existencias. Compartimos experiencias relacionadas con las mapaternidades trans, la crianza de hijes, hijas e hijos que transitan en el género, los miedos vinculados a expresar nuestras disidencias sexuales o de género dentro de nuestros entornos afectivos, temer perder amigues y familiares por transgredir las normas, así como la experiencia de acompañar a nuestra familia e incluso a otras familias en estos procesos.

El espacio fue aún más allá pues el intercambio de experiencias fluyó espontáneamente hacia una instancia de consejería colectiva entre pares, así personas que llevan años de aprendizajes a partir de sus propias experiencias de confrontar las narrativas hegemónicas del “deber ser” de “la familia” y de los roles y expectativas de género impuestas sobre madres, padres, hijos e hijas, pudieron compartir consejos con personas que estaban iniciando este camino que muchas veces está lleno de incertidumbres. La gran enseñanza del diálogo es que elegir ser y sentirse une misme, así como abrazar la libertad de las personas amadas siendo ellas mismas, genera estados de plenitud, de gran felicidad, multiplica las familias elegidas, fortalece los afectos y nos abre la puerta a nuevos mundos!

Por ejemplo, Billy hijo de Stef compartió su reflexión sobre como al igual que las identidades de género, la idea de familia es una construcción, por lo tanto:

“Si bien uno puede tener miedo de perder lazos pre creados, es una gran oportunidad en realidad, para formar vínculos más fuertes… Es entender una realidad expandida, por eso en el documental digo que [ser hijo de Stef] lo considero como un privilegio, es la oportunidad de crecer como persona, y mejoró muchísimo la relación que teníamos, mucho mejor que como “madre”… esa relación era casi postiza, forzosa… la que tengo con Stef ahora es mil veces más fuerte y mejor. 
Y como tip [consejo], algo de paciencia y comunicación. La persona es la misma, solo que más ella misma y más libre, no importa la transición que haga o la orientación sexual que tenga.”

Zully y Jimena como madres de hijes que han transitado hacia lo no binario, también plantearon la necesidad de superar la narrativa del “duelo” que se asocia a la idea de que se pierde a la persona que se ama cuando esta transita de género, Jimena expresaba que hay que dejar de hablar de duelo porque este implica muerte y entender que estamos acompañando un renacimiento. En palabras de Zully: “El miedo es a perder lo que ya conocíamos con su historia y creer que es otra persona la que tenemos en frente”.

Jimena quien se ha dedicado a acompañar procesos de familias trans desde la Unidad de Mapadres de la organización OTD Chile, nos compartió lo siguiente:

La sensación de pérdida y frustración, por lo general proviene de que no se cumplen las expectativas que nos hacemos sobre las personas. El rol de “criar” histórico de “cuidador*s”, a les mapadres nos pasa la cuenta haciéndonos sentir culpa. Los roles de género nos violentan a todas y todes porque se nos han impuesto como mandato social por los siglos de los siglos…

Agradecemos inmensamente a las bellas personas que se conectaron y abrieron su corazón para este encuentro. Esperamos que al igual que nosotras hayan disfrutado de este espacio creado con todo el amor. Seguimos contado nuestras historias para transformar el mundo.