Un 8 de marzo de placeres ingobernables, insumisiones, rebeldías y creación
Escrito el 12 de marzo del 2015, por Equipo.
El 8 de marzo y desde el BORDE, conmemoramos el día internacional de los derechos de las “mujeres” (todas aqull*s que desde sus cuerpos, prácticas, tránsitos y disidencias se hayan construido o quieran fugarse de esta categoría). Nos reunimos para boicotear el patriarcado, juntar nuestros cuerpos sin etiquetas y abrazarnos desde el deseo de llenarnos de placer!!!
Un 8 de marzo de placeres, haciéndonos la pregunta colectiva por el propio cuerpo, los tabúes, el miedo a ser y sentir el deseo, los impulsos, los pensamientos fugaces, la entrepierna húmeda y cálida, la respiración agitada y los manos sudorosas. Ese fue nuestro 8 de marzo, conmemoramos y construimos desde nuestras voces y vivencias la pregunta por el derecho al placer, al goce, al orgasmo y a las múltiples maneras en que podemos reconocernos y liberar nuestros cuerpos.
No olvidamos que el derecho a la vida, al trabajo, a la salud y todos los derechos humanos de las “mujeres” siguen siendo una falacia, un espejismo; pero también le apostamos a construir desde nuestra vivencia un 8 de marzo propio. Quién se pregunta por los placeres? Quién si la vergüenza y el desconocimiento no nos dejan considerar este como un asunto fundamental, quién si en la categoría MUJER no cabemos ni encajamos las travas, machorras, transeúntes, camionas, lesbianas, areperas, bisexuales, pansexuales, trans, afeminadas, mariquitas, putas y libertinas?
Nosotr*s nos seguimos atreviendo a enunciar los lugares no comunes, esos lugares que son tan importantes y tan temidos! No queremos flores y bombones, queremos placeres, el placer de estar junt*s por un sentir compartido, por ser rebeldes en colectivo que da sentido a esto de ser movimiento constante, a ser colectiva y propuesta de transformación.
Trabajamos para encontrar desde nuestro propio lugar lo que estanca, limita y presiona nuestros deseos, porque no tiene sentido la transformación si esta no ha pasado por la propia historia y a desenmarañado los hilos de nuestros propios límites. Luego nos tomamos el Parque Nacional, para compartir nuestras reflexiones, dibujos, perfomance, esa es la manera en que construimos los cambios, a través del color, de la de-construcción de imaginarios sobre nuestros cuerpos, desafiando el género y convirtiendo el arte en nuestro potente aliado!
Así desde los bordes y las fronteras seguimos construyendo, resistiendo, conmemorando. Renunciamos a engrosar las filas de las marchas que no reconocen las disidencias, nos negamos a reproducir el estereotipo de «MUJER» buena, honesta, decente y sumisa. Queremos ser lo que nos nazca de las entrañas, abrazar los cuerpos de las hermanas gordas, de los hombres Trans, de l*s indecis*s, transvestid*s, afeminad*s, mujeres biológicas y en fuga. Esa es nuestra lucha. Este y todos los 8 de marzo, nuestro deseo es nuestra revolución!
