Encuentro entre ingobernables
Escrito el 21 de julio del 2024, por Al Borde.
Encuentro-Taller, entre personas Trans y No Binarias de Mesoamérica, Planeta Colibrí, 3-7 Julio, 2024 Por: Tom Campos Azofeifa, Costa Rica, Fotografías de les participantes 🙂
Hace cientos de milenios 10 personas trans y no binaries fueron convocades a un evento único, espectacular y exclusivo. Un evento que prometía placer, complicidad, risas y juegos, pero también sanación, espiritualidad, compañía y muchísimo, muchísimo pero muchísimo amor.
Estas 10 personas ansiaban saber de qué se trataba, dónde iba a realizarse, cómo iban a llegar, quién les iba a recibir… la expectativa era mucha, pero las ganas también.
Por fin, unes chapines empezaron a moverse y a navegar con cartas de invitación y boletos espaciales para les participantes. Y, como este encuentro estuvo lleno de magia desde la convocatoria, se enviaron invitaciones a 7 países. El 7 se ha considerado como el número perfecto, pues da la conexión entre las personas y el cosmos, también se relaciona con la búsqueda de la sabiduría espiritual y la verdad. El 7 manifiesta los mensajes del universo, para dar la fuerza y el reconocimiento para lograr nuestros más anhelados deseos.
Así fue como 10 activistas muy peligroses de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Colombia respondieron a la invitación y se encaminaron a un viaje sin igual, sin saber lo que les esperaba… Abordando una cálida nave viajera entre las dimensiones, los espacios, los planetas y las estrellas, desembarcaron en PLANETA COLIBRÍ, donde un ser verde, que parecía terrestre sin serlo realmente, les recibió con banda de guatos (perros, en el idioma coloquial tico), mientras que una pajarilla rodeada del brillo del Mar se asomaba desde la cocina.
Sin dudarlo ni un momento, se adentraron en este Planeta lleno de colores y emociones, donde los árboles se mecen en su canto, con animales amigables que saludan desde cada uno de sus lugares, donde el agua fluye como los sentimientos, donde cada ser que le habita te recibe con cariño y sonrisas.
Nadie supo si fueron 4 semanas o 4 días, o 4 años o 4 milenios el tiempo que compartieron y se transformaron, física, emocional, psíquica y espiritualmente. El tiempo fue como un susurro al que no se le podía seguir el ritmo. Pero así, en ese espacio-tiempo que giraba según quería, esta gente tan peligrosa, valiente y resistente, logró soltar lo pesado de sus vidas cotidianas, y entregarse así al descanso, al aprendizaje, al construir colectivo, a los placeres, y a seguir desafiando al cis-tema.
Construyeron desde el arte y la diversión, reparando y abrazando a la niñez que nos acompaña desde chiques. Juegos para la salud mental, el autocuidado, la sensualidad, la sexualidad, el deporte, los juegos colaborativos, la comedia, los murales, cine y hasta la creación digital fueron claves para sumergirse en Planeta Colibrí.
Planeta Colibrí vibra de una forma tan especial que permite acercarnos, abrazarnos, amarnos y cuidarnos. Permite reencontrarnos con nosotres mismes y reencontrarnos con amgiues que la vida nos ha dado, también trazar nuevas amistades con personas que les Dioses nos ponen en frente.
Gracias a Clau, ese bichillo verde que nos recibe con amor y alegría, une anfitrione maravillose. Gracias LuzMa y todas las señoras de la cocina, que nos alimentan con comida deliciosa y libre de maltrato animal, no solo es alimento físico, sino también alimento para el espíritu. Gracias a Mango y su pandilla: Tobby, Ruda la Bigotuda, Naranjo y les demás, son les guardianes de este santuario. Gracias a La Maima por acogernos en sus entrañas cálidas, gracias a La Maloca por recibirnos y despedirnos transformades.