Una actriz o unx actorx no actúa, vive…

En esta temporada de nuestra escuela de teatro (julio 2016 – marzo 2017) nos hemos construido como actrices y actores por medio del amor, de la confianza y la premisa de enfrentar nuestros miedos y transformar esas sensaciones que nos reprimen, en la fuerza y la energía para construir nuestras escenas y nuestros personajes.

20 personas presentamos la audición, 15 pasamos la prueba y 9 nos mantuvimos hasta el final siendo protagonistas de la obra Memorias Vivas, cuyo montaje fue el eje de los 3 ultimos meses de nuestra Escuela. El proceso fue dirigido por Clau Corredor, con el apoyo pedagógico de Johan Rodríguez. Con el apoyo económico de Astraea lesbian Foundation for Justice.

Cada semana un encuentro para expandir nuestro universo

Mezclando la técnica y la diversión como nuestra base, nos creamos, nos transformamos y construimos mundos posibles. Nos convertimos en lo que soñamos, en lo que tememos, en lo que queremos transformar, haciendo de nuestro cuerpo un lugar de resistencia.

Nuestras clases empiezan con ejercicios de calentamiento que en su gran mayoría nos regresan a esx pequeñx niñe que nos habita, jugamos, reimos, bailamos, soñamos. Los ejercicios de improvisación se han convertido en una herramienta que nos ha permitido vivir al borde, dejar de actuar y permitir que las escenas fluyan de la forma en la que fluye nuestra vida, desde que entramos en escena dejamos de ser nosotres, nuestro cuerpo es habitado por la energía que queramos ser y nuestra realidad se transforma, viajamos por el mundo, volamos y nuestro universo se expande.

Vibrar con la voz del alma y sanar con el Teatro

Cantar, gritar, expresar, dejar que por medio de la voz salga todo lo que grita nuestra alma. Los ejercicios de técnica vocal nos han permitido amar nuestra voz, moldearla y transfórmala, darle tantas tonalidades y colores como deseemos y convertirla en nuestra aliada.

En cada clase no nos puede faltar un espacio de reflexión al finalizar, espacio en el que hablamos sobre lo que sentimos, sobre lo que se transformo en nosotros en ese espacio. Sanamos por medio del teatro, nos liberamos y nos hacemos mas fuertes, nos consolidamos como un solo cuerpo, un engranaje que funciona solo si todas las partes están bien.

Nuestro mayor aprendizaje: Somos arte, somos resistencia, somos revolución, somos lo que soñamos y poco a poco hacemos del mundo el lugar que merecemos!

(Redacción: Angel Mendoza)

Te invitamos a leer Mi experiencia en Queer Teatro Las Aficionadas, artículo escrito por nuestra compañera Kaeri Ruíz 🙂

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