Pedagogías muy Al Borde

La educación no cambia el mundo,

cambia a las personas

que van a cambiar el mundo

— Paulo Freire

Hemos vivido el adiestramiento en carne propia: nos enseñaron a ser cis, a ser hetero, a ser trabajadorxs y esclavxs, a consumir y a desechar, a ser víctimas y victimarixs. Si las aulas se han vuelto espacios de castigo y vigilancia, de adoctrinamiento cis-heteronormativo para las masas, siriviendo a intereses neoliberales, exclusivo para algunxs cuántxs… entonces, como la panza nos indica, toca sacudir y empujar la educación tradicional un poco (mucho) más al borde. Por lo general, a las sexodisidencias y escapistas del cis-tema, lo establecido nos queda muy chiquito.

Por eso, desde hace muchos años, en Mujeres Al Borde nos dedicamos a cuestionar y construir otras formas de facilitar espacios educativos, inventar las escuelas en las que tanto nos hubiera gustado estudiar. Ya sea desde el cine, el teatro, la música y la forma en la que narramos nuestras historias o desde el placer y la sexualidad, los cuidados y la espiritualidad; nos encaminamos a cuestionarnos cómo queríamos aprender y desaprender, relacionarnos, reflexionar, compartir, crecer y crear.

¡Siempre en fuga!

Si alguna vez has caminado Al Borde, sabrás que constantemente creamos y experimentamos nuevas metodologías de trabajo. Esto sería lo primero que distingue lo que hacemos: no nos mantenemos fijxs en ningún sitio. Nos permitimos divertirnos, seguirnos cuestionando y huir de lo que ya no nos va. Entendemos que los ritmos y ciclos vitales son distintos para cada unx y nos permitimos la fluidez radical.

Y en ese caminar de imaginar otros mundos posibles, nos interesa poner al centro no sólo el qué, sino el cómo. Crear espacios pedagógicos no significa centrarse exclusivamente en productos finales y objetivos, sino también en los procesos y en repensar los caminos. Creemos en los procesos amorosos, cuidadosos en nuestros términos, que refuercen nuestra autonomía y poder interior. No queremos dar respuestas a nadie (no tenemos absolutos todavía), pero sí queremos replantear las preguntas y que cada quien encuentre su propia respuesta en sí mismx.

Placenteros espacios pedagógicos

Creemos en la risa, el placer y el juego. Sabemos que las tres son ¡poderosísimas! herramientas y que los procesos de aprendizaje no necesariamente tienen que ser dolorosos, impuestos o sufridos. También nos gusta entrar en contacto con nuestrx niñx interior. Sobre todo con el conocimiento de que muchas sexodisidencias no vivimos infancias tranquilas o felices.

Tener la oportunidad de reescribir nuestra historia personal y aliviar nuestras heridas colectivamente, es muy sanador. Además, aprender jugando es una de las formas más orgánicas de recibir y procesar información. El juego no es exclusivo para lxs niñxs, y nosotrxs (lxs niñxs de edades avanzadas) también podemos recurrir a este recurso no sólo por pillar la alegría, sino para procesar más fácilmente temas que podrían ser difíciles de revisitar.

Sanación y Cuidado

Sabemos que los espacios de aprendizaje pueden ser particularmente sanadores para las sexodisidencias. Y ser sexodisidente, muchas veces, puede sentirse como una experiencia en solitario. En nuestros espacios, nos interesa que se tejan lazos de amistad y confianza genuina. No desbordada y a ciegas, sino activadas desde la autonomía de cada persona, con pensamiento crítico, satisfaciendo las diversas necesidades que cada persona tiene. Entendemos que somos diversxs, y que nos toca decir y decidir lo que necesitamos, lo que no y descubrir cómo tejer esas energías con otrxs.

Dicho eso, seguimos aprendiendo a crear espacios sin rompernos la espalda en el camino. Que existan momentos de descanso, de recuperación, de integración y risa en el mismo proceso creativo. No por facilitar aprendizajes para otrxs, vamos a sacrificar nuestra estabilidad. Es importante que el cuidado nos atraviese a todxs, tanto facilitadorxs como participantes. Sepan que cada vez que participan en un espacio educativo Al Borde, nos hemos divertido muchísimo imaginando y haciendo los procesos lo más placenteros posible.

Narrar los nuevos mundos

Somos narradorxs. Todo lo que hacemos está cruzado por la creación artística. Porque estamos armando un nuevo mundo y eso requiere muchísima imaginación. Imaginar que la liberación es posible es el primer paso para caminar hacia ella, para hacer posible lo que creemos imposible. Sabemos la importancia de crear espacios que activen la creatividad y la innovación, que desentrañen los deseos de nuestro corazón.

Transformar estos mundos que son crueles con la diferencia no implica solamente cuestionar y criticar lo que no funciona, sino también tener la capacidad de ensoñar otros caminos y posibilidades fuera de la cisheteronorma patriarcal, racista, capacitista, capitalista y violenta. No sólo fantaseamos con las probabilidades, sino que originamos las estrategias para hacerlas tangibles.

No tenemos prisa, vamos a nuestros ritmos. Estos nuevos mundos no se van a crear en un día ni en un año. Pero sabemos que son esas pequeñas fugas las que hacen posible una transformación auténtica. Y nos encanta pensar que estamos conspirando el hackeo de la educación tradicional, con nuestras locas imaginaciones y deseos.