Lo que enferma al cuerpo y no sabemos

Escrito el 14 de marzo del 2022, por Karen Ramos.

¿Alguna vez has sentido un nudo en la garganta? ¿Una patada en la boca del estómago o un dolor en el pecho? ¿Sientes que se te rompe el corazón o que te va a estallar la cabeza cuando te enojas mucho? 

Se trata de sensaciones reales que se desatan en diferentes partes del cuerpo cada vez que experimentas una emoción, ya sea por miedo, ira, asco, tristeza, sorpresa, ansiedad, depresión, desprecio, orgullo, vergüenza, alegría, o envidia. Las emociones son totalmente reales, y se vuelven dolor.  “Y son tan reales como el dolor de una pancreatitis”, precisa la psiquiatra y doctora en neurociencia Rosa Molina.

De la misma manera que la ansiedad y la depresión pueden causar síntomas físicos, las emociones pueden “sentirse” como si se acumularan en una o más partes del cuerpo. Las sensaciones son nuestra forma principal de interactuar con el mundo, y sin embargo, muchos de nosotrxs no nos detenemos a percibir cómo nos afectan.  No las podemos identificar, no sabemos en donde se alojan, no sabemos qué estamos sintiendo.  

Trazar un mapa corporal, sentarse o acostarse, escuchar al cuerpo y hacer una meditación que nos permita estar en silencio y únicamente “sentir”, nos podría ayudar a descifrar sensaciones y emociones. Y podría ser un buen punto de partida para saber hacia dónde ir.  

El estudio Maps of Subjective Feelings, realizado en 2018, concluyó que la intensidad de las emociones estaba directamente relacionada con la intensidad de las sensaciones mentales y físicas. En otras palabras, cuanto más fuerte es la sensación en el cuerpo, más fuerte es el sentimiento en la mente.

Esto los llevó a creer que los sentimientos se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • negativo (desagradable), como ira, miedo, ansiedad y vergüenza
  • positivo (agradable), como la felicidad, el amor y el orgullo
  • enfermedades
  • homeostasis (conjunto de fenómenos de autorregulación, conducentes al mantenimiento de una relativa constancia en la composición y las propiedades del medio interno de un organismo)
  • cognición (capacidad del ser humano para conocer por medio de la percepción y los órganos del cerebro).

Muy pocas emociones, como la sorpresa, son neutrales.

El estudio también evidenció que los estados agradables y controlables eran más frecuentes que los desagradables e incontrolables. Si alguna vez sientes que la ansiedad o la depresión se apoderaban de ti, es importante que intentes comprender que perder el control es parte de vivirla. Y que sus episodios son breves, no pueden permanecer ni días, menos semanas. 

¿Y si no “encuentro” mis emociones?

A veces son tan sutiles que se requiere tiempo para crear el vocabulario para describirlas”, dice Tanmaya George, una profesional certificada en Somatic Experiencing. Para sentir físicamente una emoción y nombrarla, es necesario una ralentización. Para ello, recomienda una exploración corporal consciente.

Hay emociones como el miedo que nos pueden entumecer las partes del cuerpo, entonces no vamos a sentir sensaciones. Y esto está directamente relacionado al trauma. Cuando iniciamos el proceso de sanación, el entumecimiento se derrite y posiblemente inicia el dolor, a lo que también le tenemos miedo.  

¿Y qué pasa si presento un cuadro de ansiedad?

Hay ejercicios que nos permiten auto sostenernos cuando se profundiza la emoción, a esto también le llamamos “crisis”.

Ejercicio:

  • Recuéstate en una cama, sofá o piso
  • Realiza 5 respiraciones profundas. “Al respirar cinco o seis veces, comienza a notarse el cambio“, dice Hilary Jacobs Hendel trabajadora social clínica y autora de No siempre es depresión (It’s Not Always Depression)
  • Mueve únicamente los pies, hacia los lados, hacia arriba y abajo. 
  • Procura seguir respirando de manera profunda. Hasta que sientas mejoría y calma. 
  • Cuando calcules que has realizado mínimo 20 respiraciones, abre los ojos, lentamente, oriéntate en la habitación, observa alrededor.
  • Coloca tus manos en donde sientas que tienes alguna incomodidad, déjalas ahí unos minutos.
  • Inhala – Exhala
  • Y cuándo te sientas más tranquilx, puedes levantarte y tomar agua.  

Las emociones no son buenas ni malas, son necesarias, sin embargo, es importante conectar mente y cuerpo para encontrar bienestar general. El hecho de ignorar, enterrar o bloquear emociones, puede contribuir a generar enfermedades.  Por lo que, un abordaje específico para cada caso es necesario e importante. 

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