41 días para verte con tus propios ojos
Escrito el 2 de octubre del 2018, por Al Borde.
Fueron 41 días, o quizás 242… todxs perdimxs la cuenta. El tiempo en la 7ma. Escuela audiovisual Al Borde tomó otras cualidades, y se extendió más allá de los días que contaba el calendario. Una experiencia intensa de vivir con otrxs, de hacernos amigxs, de compartir la cotidianidad, la memoria, las tristezas y las alegrías más íntimas, para con ese cariño tomar la historia de nuestrxs compañerxs y hacerlas películas. Así con muchísimo amor creamos juntxs “Porque me quieren”, “Siendo la tormenta” y “Dejà Vu”. 3 nuevos documentales autobiográficos Al Borde que estrenaremos el próximo 20 de octubre en la hermosa Cali, Colombia, ciudad donde fueron producidos.
Aquí les contamos, que significó para cada unx de nosotrxs hacer parte de esta aventura AL BORDE.
Historias de vida únicas
Clau Corredor
Colombia sigue atravesando momentos difíciles, activistas que son referentes comunitarios y que protagonizan cambios sociales en distintas regiones de nuestro país, están siendo asesinados. También lxs activistas LGBTI están siendo perseguidos. Este es el contexto en que realizamos nuestra Escuela Audiovisual, en la que participaron 3 personas que activan también derechos desde el arte, el sindicalismo, el feminismo, el movimiento afro, estudiantil y de defensa de la madre tierra, quienes aceptaron el reto de convivir, conspirar y sobrevivir 41 días AL BORDE, algo que no es solo para aficionadxs.
Desde fritar plátanos como forma de supervivencia, hasta aprender narrativa audiovisual, planos fotográficos, análisis del lenguaje audiovisual jugando, creando, soñando otros mundos posibles, para convertirnos en narradorxs de nuestras historias, que también identifican a otrxs, cuentan a otrxs, que nos permiten existir, vernos en pantallas gigantes en diferentes lugares del mundo.
La Escuela es una apuesta de cine comunitario, que gira en torno a las experiencias propias de cada participante. Parte de las alegrías experimentadas en esta Escuela y en la vida, es la de poder mirar y valorar otras maneras de ser. Las historias compartidas hablan de nuevas formas de asumir el poliamor, así como de acabar con el amor, y de reconocerse en múltiples identidades. Constantemente nos acecharon ideas de nuevos y peligrosos documentales, imaginados por personas reales y organizadas, que cada día enfrentan la discriminación por su raza, orientación sexual e identidad de género. El audiovisual nos da el poder de narrarnos a nosotrxs mismxs, como sujetxs únicxs con historias de vidas únicas.
Ah verdad que aquí vinimos a escribir un guión!
Laura Nuwuanda
Delicias culinarias con Patacones, vórtices fuera del tiempo y del espacio en Cachipay, dispositivos narrativos, la visita de Qori y su familia, visión de 360º, ejercitar el maniculitanteo con Luna la huevera, espichar el coso que está en la vaina, investigar la tragedia de la zarigüeya, chismear con Don Julio nuestro mes vecino, la casa estudio, las noticias que invocaban las lágrimas, los abrazos reconfortantes y los rituales que fortalecen. Las caminatas ecológicas de media hora motivadas por la cerveza, y luego sentir la inmensa satisfacción de descubrir una tienda a menos de 3 min de camino. El bailoteo nocturno, matutino y vespertino, los karaokes a ritmo de Shakira…
¡Ah verdad que acá vinimos a escribir un guión! la angustiosa escritura, los llantos ocasionales, las bromas, la tristeza por los que se fueron o nos arrebataron de este plano terrenal, el recabar en la memoria, la inmensa y amorosa familia de Poll, la gente haciendo nada cuando lo hacía todo, los banquetes vegetarianos, el increíble florero que no se quebró sobre el espejo, la cerveza con crispetas, los rodajes con conteo regresivo… 3, 2, 1…
Sé que lo anterior parece no tener mucho sentido. Una enumeración un tanto frenética de palabras y frases aparentemente al azar. Pero créanme cuando les digo que durante este mes largo, lo experimentado, lo aprendido y desaprendido forma ahora en mi cabeza y corazón un capítulo vital que atesoro y visito en mis recuerdos, siendo sorprendente como aún puedo seguir descubriendo el impacto que tuvo la Escuela Audiovisual al Borde, en mi trabajo como productora audiovisual, mis relaciones con las personas que en esta experiencia conocí desde otros ángulos, las reflexiones que desarrolle a partir de la historia que volví documental y el adquirido gusto por repetir las películas para contar planos y descubrir dispositivos narrativos.
¡A la salud de la conspiradera documental y comunitaria en la Escuela audiovisual Al Borde!