DESOBEDIENCIA ANCESTRAL: Narrativas audiovisuales disidentes desde el Abya Yala

Escrito el 3 de noviembre del 2022, por Gerita Zuasnabar.
Registro por Chola Contravisual

Cuidar a quienes nos cuidan, honrar nuestros caminos, seguir hilando los tejidos de nuestra ancestralidad. Imaginar, crear, sanar, pasito a pasito. Sentarnos alrededor del fogón y cocinar la imaginación, con los ojitos aguados, con el corazón removido. Indagamos en nuestras genealogías, nos enrrumbamos a explorar el multiuniverso de nuestras historias, de nuestras memorias  ancestrales. Nos encontramos con revelaciones que enseñan, que duelen y que también son semillas de fortaleza y rebeldía. 

Desobedecer lo impuesto, la idea de éxito, la sobreexigencia de la productividad y perfección. Sentir el fuego en nuestro aliento, sentir el paso del aire, pausar, enraizarnos en el cuidado de nosotres mismes, en el cuidado comunitario. 

Registro por Chola Contravisual

Conectar con nuestras deidades, espíritus, jaguares, animales, colores. Ir dibujando nuestras historias de rebeldía, llenas de heridas y cicatrices. Resonar con la memoria de les otres. Dibujar nuevas posibilidades de narrarnos, de vernos con una ternura mágica, haciéndole espacio a la rabia también, maestra que nos ha enseñado tanto. 

¿Cómo contar lo que ha significado este horno de creación audiovisual para mí, de manera clara y lógica, si mi sentir se desborda y el único lenguaje que encuentra mi corazón es un agradecimiento profundo? Agradecer y celebrar que cuando decidimos narrar nuestras historias con voz propia estamos sanando de a poquitos nuestro legado, nuestro linaje. Celebrar que la juntanza entre amigues y compas es de por sí un abrazo profundo en medio de la hostilidad del mundo. Encima juntarnos con el fin de lamernos las heridas entre nosotres, activar la escucha empática y saber que no estamos soles es poderoso. Además crear una memoria sobre estos sentires a partir del audiovisual es un regalo inmenso para muches que encontramos aliento en las historias de estas cuerpas no hegemónicas, estas cuerpas con una belleza inagotable. Mirarnos con ojitos de comprensión y  amor, como miramos a nuestrxs amores y a nosotres mismes. Decretar que somos nuestrxs propios chamanes, que nos sanamos a nosotrxs mismxs.  Desmantelar las lógicas que devienen únicamente de la razón, de esta mirada colonial y occidental. Derribar la culpa y el sacrificio  de nuestro cuerpo-territorio. 

Registro por Chola Contravisual

Entonces, es político darle corazón a nuestra cámara y al sonido. Desmitificar el quehacer audiovisual como un ejercicio mecánico, sino mas bien como un proceso que nos da soberanía, que aporta en la construcción de una memoria colectiva, una memoria que provoca desobediencia, apañe colectivo, ternura, resiliencia y la resistencia constante de nuestras luchas. Tejer y re-narrarnos a través de las prácticas comunitarias. Somos relato vivo y nos re-escribimos constantemente, ademas colaboramos con las historias de les otres. 

Este encuentro  con 10 activistas de diversos territorios del Abya Yala a significado eso, un hilo que se teje por todos nuestros territorios, que viene de una lana hecha por nuestrxs ancestrxs, desde esa complejidad de nuestra genealogía. Resonamos con las huellas de cada unx, nos topamos con un pasado borroso, con archivos inexistentes en muchos casos, pero nos queda el poderoso latir de nuestra imaginación, la memoria oral que pasa de generación a generación. Somos la herencia viva de las deidades andróginas, travestis y  diversas de nuestros territorios. Somos el fuego que se aviva, que se expande en medio de la represión, poner nuestras historias, cuerpas y sentires en una creación audiovisual abre posibilidades para re-imaginarnos juntxs. Documentar estos procesos multiplica las voces y  sentipensares de quienes accionamos a favor de una vida digna y gozosa. 

Queda agradecer profundo a les mayores, hermanes que fueron semilla, inspiración y guía en estos  procesos de cuidado y sanación colectiva para defensoras de territorio, feministas, activadas disidentes del género y la sexualidad. Gracias por poner el cuidado al centro y manifestar que la espiritualidad y el placer son  dimensiones políticas de todos los tiempos y de justicia histórica. Gracias a Mujeres AlBorde por expandir esta utopía, por gestar estos espacios de cuidado y  abrazo colectivo por todo el Abya Yala 

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